He pasado por tu situación…
La sensación de punzadas en mis talones, las ondas de dolor que se desplazan por mis nervios, desde los pies hasta la cola y el resto de mis extremidades inferiores...
Los dolores debilitantes de la ciática controlaban mi vida. Simplemente les gustaba tumbarme, y obligarme a sentarme en los momentos más oportunos que podían encontrar.
¿Tú o alguien que conoces alguna vez ha experimentado dolores agudos desde la parte baja de la espalda hasta los pies?
Casi todas las familias en EE.UU. tiene al menos un familiar afectado por esta terrible enfermedad.
La ciática es conocida por algunos como “agujas para toda la familia”, debido a su desafortunada naturaleza generalizada.
Me diagnosticaron hace tres años a los 41, y desde entonces he dependido de mi bella esposa y mi pequeño hijo para que me lleven a todas partes. Mi ciática fue tan grave que mis piernas se inmovilizaban a causa de ataques de dolor insoportables. Te podrás imaginar los problemas que esto podría causar mientras se conduce.
El hecho de que me estaba volviendo una carga para mi familia era aun peor que el dolor agudo y punzante en si.
¡Por el amor de Dios, tenía 41 años!
...Yo QUERÍA salir a jugar a la pelota con mi hijo sin preguntarme si otro ataque de dolor agudo se dispararía en mis piernas y me dejaría en cama.
...Yo QUERÍA ayudar a mi esposa a bajar el mercado del carro, y encargarme del trabajo pesado, como un hombre debería hacer por su pareja.
En cambio, me sentaba y veía a mi esposa Joanne hacer el trabajo del hombre por mí. Los dos sabíamos que yo estaba en demasiado riesgo de desencadenar mis nervios sobre sensibilizados...
... dejando caer todo y causando un desastre mientras yacía impotente y dolorosamente en el suelo.
Era simplemente terrible por cualquier lado que se mirara. La ciática es la enfermedad más castrante que te puedas imaginar.
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