Siempre he tenido una buena relación
con mi primo, más de un hermano que de primo. Cuando terminé la
relación con mi ex novia, él me acompañó mucho y me ayudó en todo lo
que pudo. Un día decidí contarle como me sentía acerca del color de mis
dientes, él se comprometió a ayudarme y encontrar una solución.
Yo le conté todo lo que
había aprendido con pruebas y errores de productos y tratamientos que
había realizado. Le expliqué que ningún doctor me había podido ayudar
realmente, y que los productos de las grandes marcas traían problemas
después de un tiempo, además de ser tóxicos y aumentar la sensibilidad.
Mi primo era estudiante de
medicina en ese momento, y a diferencia de muchos doctores, le pareció
divertido e interesante realizar investigaciones de tratamientos
alternativos para desarrollar una nueva solución para el blanqueamiento
de los dientes.
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